Nuestra bodega es el reflejo del carácter singular de la Ribera del Duero más alta y desconocida. Ubicada en Zayas de Torre, Soria, en pleno Camino del Cid, cultivamos una finca policlonal situada a 960 metros de altitud, donde la viticultura se convierte en un desafío y en una pasión.
El clima extremo y la diversidad de suelos francos, arcillas, calizas y arenas marcan un terroir único, donde los factores humanos, los distintos clones y patrones de nuestras cepas dan lugar a vinos con alma. Cada planta es cuidada con esmero durante todo el ciclo vegetativo, desde la poda en seco hasta la vendimia pasando por las diferentes labores del víñedo, poda en verde, desnietando, deshojado etc, para ganar la mejor calidad de la uva y se refleje en la expresión en nuestros vinos, respetando el ritmo de la viña.
Un terroir único: clima extremo y diversidad de suelos
La vendimia se realiza de forma manual, seleccionando cuidadosamente los racimos para garantizar la máxima calidad en cada botella. Elaboramos vinos de autor, en ediciones limitadas, donde cada añada es distinta, reflejando las particularidades del año y de este entorno tan singular.